Turismo

España espera este año 91 millones de turistas extranjeros y rozar los 100 millones en 2025

Los destinos turísticos españoles van a poder sacar rédito del conflicto en Oriente Próximo, además del aumento en la oferta de vuelos y la estabilidad laboral actual

Llegada de viajeros al aeropuerto de Málaga, el verano pasado.

Llegada de viajeros al aeropuerto de Málaga, el verano pasado. / ÁLEX ZEA

María Jesús Ibáñez

La inestabilidad que hay en los países de Oriente Próximo por el conflicto en Gaza (que afecta no solo a Israel, sino también a sus vecinos Egipto, Jordania, Líbano y hasta Turquía) se ha convertido en el principal elemento para vaticinar un nuevo verano de récord turístico en España. Las estimaciones para el global de este año, que ya ha empezado con un primer trimestre de datos muy positivos para el sector, es que se alcancen los 91 millones de visitantes internacionales. Otros analistas son incluso más aventurados y, extrapolando las cifras de esos tres primeros meses del año, elevan la previsión hasta los 93 millones de turistas este 2024 y hasta rozar los 100 millones en 2025, según un estudio reciente de la consultora Pricewaterhouse Coopers (PwC) para la Confederación Española de Hoteles y Alojamientos Turísticos (Cehat).

"El incremento se produce por una alianza de varios factores entre los que se encuentran la estabilidad del mercado laboral en España, el aumento de oferta de vuelos y el progresivo incremento del índice de satisfacción de los visitantes", constata Ramón Estalella, secretario general de la Cehat. "Los datos anuncian otro año récord en el turismo extranjero en España. Aunque es verdad que volvemos a tener turistas prestados, disponemos de una oportunidad magnífica para fidelizar al nuevo viajero, siempre que demostremos que la experiencia en España es única y diferente a otros destinos competidores", agrega Ángel García Butragueño, director de Turismo en BrainTrust, una firma que elabora estudios sectoriales para empresas.

Y es que, "tras el covid, el turismo ha experimentado un fuerte rebote al alza pero con un claro cambio en las pautas de los consumidores, que ahora apuestan por una forma de hacer turismo más vivencial, más experiencial", reflexiona Pedro Aznar, profesor de Economía, Finanzas y Contabilidad en la escuela de negocios Esade, en Barcelona. Esa es la baza a la que se quieren coger los operadores turísticos: transformar la industria, dando cabida aun número creciente de visitantes. "Tenemos la responsabilidad de gestionar adecuadamente la oferta, porque corremos el riesgo de morir de éxito si los precios se disparan o el servicio se deteriora, algo que no sería tolerable, pero que podría suceder si seguimos concentrando el negocio en los destinos maduros de costa, mientras la España interior dispone de una propuesta de valor incomparable que necesita ser promocionada", agrega García Butragueño. 

Fruto de esta nueva tendencia más experiencial y, sobre todo, de la inflación y del aumento de precio que han registrado los establecimiento hoteleros, de una media del 12%, los viajeros han cambiado también de hábitos y, en lugar de esperar a las ofertas de último minuto, como ocurría antes de la pandemia, ahora se están adelantado las reservas. El año pasado, el aumento de esta práctica fue del 19%, para beneficiarse de ofertas y promociones, según datos de la plataforma SiteMinder, que presta servicios al sector hetelero. "Sabemos que los turistas españoles reservan con una semana más de antelación que antes. También sabemos que la tendencia es que los viajeros prolonguen sus estancias", destaca Sara Padrosa, directora de SiteMinder en España.